Los alcances de esta milenaria disciplina son extensos.

¿Qué impacto tiene el yoga en nuestra salud?

Comencemos por la parte más visible: cuando practicamos yoga de manera regular, enseguida notamos cambios a nivel físico.

Nuestra musculatura se vuelve más flexible, aumentamos la resistencia física y mejoramos nuestro control sobre la respiración, lo que nos permite rendir más y mejor en cualquier deporte o actividad física que realicemos.

¿Es compatible practicar yoga y hacer deporte?

Sí, totalmente! Como he mencionado antes, tener una práctica de yoga regular nos ayuda a ganar control, destreza y confianza en nuestro cuerpo. Además, en el yoga se desarrolla una escucha corporal muy atenta en todo momento, lo que aumenta considerablemente la propiocepción, es decir, la capacidad de percibirnos a nosotros mismos y a nuestro cuerpo. Esta conciencia se traslada luego al campo de cualquier actividad física, lo que nos permite cuidarnos mejor y aumentar el rendimiento en cualquier tipo de ejercicio o rutina.

Por ello, el yoga es la base sólida sobre la cual se pueden construir otras disciplinas de manera más efectiva.

Al aprender a escuchar nuestro propio cuerpo, podemos darle lo que necesita, evitar caer en excesos, negligencia o un uso inadecuado de la musculatura. Estirar demasiado o tonificar de manera brusca, sin un trabajo progresivo, puede resultar en efectos contrarios a los deseados. Saber escuchar y respetar el ritmo del cuerpo y sus necesidades es una gran ventaja en el camino de la vida.

Estar conectados con nuestro cuerpo nos facilita saber lo que necesitamos en cada momento

Si necesitamos descanso o movimiento, si nos sentará mejor un alimento u otro, e incluso la elección de nuestra vestimenta. Podría ser que ya no nos sintamos cómodos con unos jeans demasiado ajustados que no nos dejan respirar cómodamente, o con unos tacones que desestabilizan la posición de nuestros pies.

En resumen, el yoga no solo impacta positivamente en nuestra salud física, sino que también nos ayuda a desarrollar una conexión más profunda con nuestro cuerpo y a tomar decisiones más conscientes en nuestras vidas. Es una práctica que va más allá de la simple actividad física y que nos guía hacia un bienestar integral.

¡Namaste!