No, un clavo no saca otro clavo.

Cuando finalizamos una relación necesitamos tiempo, presencia, acogernos, sentir, entender, y colocar nuestras partes.

Tener espacio, respirar, respirar profundo, de nuevo, sentir que podemos llenarnos de aire, que no nos ahogamos.

Reír, desde dentro, sin miedo, sin duda, hasta dolernos las costillas.

Poder salir solos, con gente, disfrutar.

Darnos tiempo.

Ser capaces de estar con nosotrxs y sentirnos bien, no vacixs, no tristes, sino tranquilos dándonos lo que necesitamos, sí, nosotrxs a nosotrxs, con Amor, con dulzura, con presencia.

Y entonces, ¿quién sabe? Si entonces levantamos la mirada y nos cruzamos con otros ojos, profundos, brillantes, que desprenden Amor y nos quedamos un rato o toda una vida.