Ja hem parlat de les estratègies per conversar i conviure, i ens interessa sempre aprofundir en com entendre’ns millor. Per això avui compartim les reflexions d’en Vicente Lafuente:

Las relaciones no son sencillas. Uno de los conflictos más comunes es enfadarnos cuando nuestra pareja o amistad no atiende como deseamos nuestra tristeza, quizás dando por hecho que la persona que tan bien nos conoce debería adivinar que estamos tristes o revueltos, sin darnos cuenta de que quizás nuestra comunicación no es la más fluida, y que la responsabilidad de pedir ayuda es de la persona que está necesitandola.

Y es que, aunque estemos en pareja, la contraparte muchas veces está a lo suyo, con sus propias cuitas y tareas, y no es siempre consciente del estado emocional que nos embarga.

Como en los cuentos de hadas, la princesa está encerrada en la más alta torre de un castillo inexpugnable, rodeada de un inmenso foso infestado de cocodrilos, y con tres fieros dragones escupiendo fuego a cualquiera que ose intentar su rescate. No es tarea fácil.

Optemos por facilitar la faena al animoso caballero andante, y enseñarle los atajos para entrar en la fortaleza, los trucos para calmar a las bestias, y el ascensor oculto que lleva hasta el torreón. Quizás de esta manera, la comunicación sea más práctica, menos romántica por supuesto, pero, ¿acaso vivimos en un cuento de hadas?

Por Vicente Lafuente



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