Conocemos muy bien la anatomía física del cuerpo, pero cuánto conocemos sobre la anatomía energética?

Uno de los enfoques principales de la práctica de yoga es el movimiento del prana, o energía vital. El prana es un elemento sutil que está en la materia pero no es la materia, que está en el aire pero no es el oxígeno. Es una forma sutil de energía que es transportada por el aire, el agua, la luz solar, los alimentos; es la manifestación de la consciencia universal que anima la materia.

Según la tradición yóguica, los hombres poseen, además del cuerpo físico, un cuerpo astral y un cuerpo causal. El prana fluye por los nadis del cuerpo astral.

Los nadis son como conductos del cuerpo astral que transportan y distribuyen la energía por todo el cuerpo energético, el cual se encuentra en estrecha interrelación con el cuerpo físico.

Los nadis realizan la comunicación y el intercambio entre el cuerpo denso y el cuerpo sutil. Su equivalencia para comprenderlo con mayor facilidad son las venas como transporte vital de la sangre. Además. se corresponden, en general, con los meridianos de la medicina china.

En la práctica del yoga, las asanas (posturas) y pranayamas (control de la respiración) están destinadas a desbloquear los nadis, ya que cuando en ellos el prana fluye libremente se traduce en una mejora del estado de salud corporal, energético y mental.  

De acuerdo con algunos de los textos yóguicos clásicos, como el Hatha Yoga Pradipika, poseemos unos 72 mil nadis. De todos ellos, los principales son Ida, Pingala y Sushumna.

Sushumna nadi

Es el nadi central, parte del centro energético raíz o Muladhara Chakra, que se encuentra en la zona del perineo y sube recto por la columna vertebral hasta Sahasrara Chakra, el centro energético situado en la coronilla (te cuento más sobre los chakras en esta entrada). En la base de Sushumna nadi se asienta la Kundalini, la energía espiritual que se suele representar como una serpiente enroscada que yace dormida y que cuando es despertada viaja por sushumna desde el chakra base hasta el chakra superior, despertando y activando todos los principales centros energéticos situados a lo largo de la columna vertebral.

Ida y Pingala

Estos canales describen un recorrido serpenteante y semicircular, a ambos lados de Sushumna convergiendo en el centro, atravesando a su vez cada uno de los chakras.

Ida parte del lado izquierdo de muladhara chakra, pasa por la fosa nasal izquierda y termina en Ajna chakra, en el entrecejo, y Pingala realiza el mismo camino pero partiendo del lado derecho del chakra raíz y pasando por la fosa nasal derecha, serpenteando se va cruzando con Ida en cada chakra.

A Ida se lo conoce también como el chandra nadi (nadi lunar) y a Pingala como surya nadi (nadi solar).

Las fosas nasales tienen un funcionamiento cíclico, de forma que habitualmente predomina la respiración en una de ellas. En las personas que están equilibradas la respiración va cambiando de una fosa a otra a lo largo del día, en intervalos de aproximadamente una a dos horas. Cuando la respiración fluye más intensamente por la fosa izquierda, es Ida la que tiene más fuerza, y hay tendencia a que aparezca un estado más introvertido, resultando un momento propicio para realizar un trabajo intelectual o creativo. Por el contrario, cuando se activa la fosa nasal derecha, prevalece la influencia de Pingala, y es más propicio para realizar actividades de esfuerzo físico, disponiendo de gran vitalidad y con predisposición a la acción en el mundo exterior.

Ida está ligada al hemisferio cerebral derecho (que rige la parte izquierda del cuerpo) que regula la percepción psíquica, la intuición, la creatividad, la sensibilidad artística, etc.

Pingala está vinculada al hemisferio izquierdo (lado derecho del cuerpo), que se encarga del análisis lógico matemático, la mente racional.

En el ciclo de la respiración hay un corto intervalo en el que se iguala el flujo de ambas fosas. Este equilibrio en la actividad de Ida y Pingala, armoniza el funcionamiento de los hemisferios cerebrales y produce la activación de Sushumna, el cual aporta gran cantidad de energía al cerebro. Es una situación que en el individuo se traduce como un momento de plenitud, donde dispone de todo su potencial. Es un momento ideal para meditar.

A continuación te comparto un ejercicio de pranayama muy sencillo para ayudar a regular y purificar el flujo de Ida y Pingala, armonizando los hemisferios cerebrales.

Nadi Shodhana pranayama o respiración alterna

El nombre nadi shodhana proviene del sánscrito, y está compuesto por nadi que significa ‘canal’ y shodhana, que significa ‘purificar, limpiar’.

Este ejercicio alterna la respiración por ambas fosas nasales, se inhala por una de ellas y se exhala por la otra, reestableciendo el correcto fluir de ambos nadis, y equilibrando la circulación de prana en el organismo.

Una vuelta de Nadi Sodhana:

  1. Inhala por la fosa nasal izquierda, cerrando la derecha con el pulgar y cuenta hasta 4.
  2. Exhala por la fosa nasal derecha, manteniendo la izquierda cerrada con los dedos anular y pequeño, y cuenta hasta 4.
  3. Inhala por la fosa nasal derecha, manteniendo cerrada la izquierda y cuenta hasta 4.
  4. Exhala por la fosa nasal izquierda, manteniendo la derecha cerrada con el pulgar y cuenta hasta 4.

Comienza manteniendo la practica unos minutos y ve incrementándolo gradualmente a medida que te sientas cómodo y seguro.

A medida que se avanza en la práctica de Nadi Sodhana, se puede ir aumentando los tiempos, siempre manteniendo la misma proporción, y en una práctica avanzada se incluye la retención o Kumbaka después de la inhalación, y después de la exhalación.

Beneficios:

  • Disminuye la frecuencia cardíaca y reduce el estrés y la ansiedad.
  • Equilibra los dos hemisferios del cerebro y la energía corporal.
  • Iguala el flujo de prana en Ida y Pingala
  • Ayuda a la concentración e induce a la meditación.

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